domingo, 25 de octubre de 2020
domingo, 18 de octubre de 2020
sábado, 10 de octubre de 2020
Carlo Acutis, ciberapóstol de la Eucaristía
Carlo, "Ciberapóstol de la Eucaristía" |
“Vivir como un original, para no morir como una fotocopia”
Aunque nació en Londres, el 3 de mayo de 1991, Carlo Acutis vivió el resto de su vida en Italia. Sus padres son Antonia Salzano y Andrea Acutis, ambos italianos.
Falleció en 2006, a los 15 años de edad de leucemia, dejando una huella imborrable en todos los que ha ayudado, llevándoles la Palabra de Dios a través de internet.
Simple, sencillo: en jeans, zapatillas, vestido con una campera deportiva. Un chico como todos.
“Ofrezco al Señor los sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia, para no tener que estar en el Purgatorio y poder ir directo al Cielo”, dijo unos días antes de su muerte. Carlo descubrió a Cristo a través de una niñera polaca llamada Beata. Desde muy niño empezó a pedir a su madre ir a la iglesia para “saludar a Jesús” y llevarle flores a la Virgen. Pidió a sus padres tomar la Primera Comunión. Y como él lo diría más tarde: la Eucaristía era su “autopista hacia el Cielo”.
Iba a Misa, rezaba el rosario.
Podría haber quedado ahí su compromiso con Jesús, pero fue más allá: después de volver de la escuela salía a ayudar a quien lo necesitara, repartiendo un poco de comida a las personas que vivían en la calle. Incluso fue voluntario en comedores sociales.
Compartía la Palabra de Dios dando catequesis a niños y a jovenes, pero también
lo hacía a través de las redes, ya que su pasión era la informática. Así que… ¿por
qué no utilizarla?
Así se ganó con justa razón el nombre de “ciberapóstol de la Eucaristía”.
Incluso llevó con elaboró su propia página cuyo tema sería los milagros eucarísticos,
realizando una exposición que recorrió el mundo. Difundió la fe,
promociono contenidos religiosos... y todo a través de las redes.
El 5 de julio de 2018, el Papa Francisco declaró a Carlo Acutis como Venerable Siervo de Dios. El 10 de octubre de 2020 es declarado beato por la intercesión en la sanación de un niño brasileño de 6 años que nació con una malformación en el páncreas.